Nuestros valores
La declaración de Menorca como Reserva de la Biosfera de 1993 menciona de forma destacada la compatibilidad entre el desarrollo de las actividades humanas y la conservación de un patrimonio y un paisaje únicos.
La Copa del Rey de Barcos de época del Club Marítimo de Mahón se inspira en los principios de esa declaración y apuesta, desde su fundación hace ahora 15 años, por la divulgación de la cultura de la mar y la belleza de los paisajes menorquines, por la conservación del patrimonio naval y por la defensa del medio ambiente. Estos son los valores que, sumados al viento y a las corrientes marinas, llenan las velas de nuestra flota de leyenda.
Nuestra base
La ciudad de Mahón cuenta con uno de los puertos naturales más grandes del mundo, comparable en magnitud a los de Pear Harbour, Nueva York, Portsmouth o Sidney. Su historia es la historia del Mediterráneo occidental (punto de encuentro de las diferentes culturas europeas que se la han disputado a lo largo de los siglos); su paisaje, uno de los más bellos y mejor conservados del Mediterráneo.
En el extremo de levante de este del puerto se encuentra situada nuestra base, el Club Marítimo de Mahón, una de las entidades más representativas de Menorca, el lugar donde se ha desarrollado la actividad de la náutica recreativa y deportiva desde que la mar, a principios del siglo XX, se reveló como un espacio nuevo para el ocio.
El Club Marítimo de Mahón es la sede oficial de la Copa del Rey de Barcos de época. Frente a su edificio atracan los impresionantes veleros clásicos que cada año transforman el Paseo Marítimo de la capital menorquina en un museo flotante. Muy pocos puertos del Mediterráneo ofrecen la posibilidad de admirar tan de cerca la belleza de estas joyas navales, cuyas historias de esplendor y supervivencia se remontan en algunos casos a la década final del siglo XIX.
Mucho más que una regata
¿Por qué competir con un barco clásico pudiendo hacerlo con uno moderno de fibra? La respuesta a esta pregunta variará entre quien no le vea sentido porque su única perspectiva es la velocidad y quien haya tenido la ocasión de navegar en un barco de época. Este último contestará, casi con toda seguridad, que embarcarse en un velero de madera cuya botavara sobresale dos metros por la popa es algo "especial e incomparable"; hablará del "arte" de navegar y se remitirá a la intangible "sensación" de surcar las olas a bordo de una pieza que forma parte de la historia. En resumen, dirá que una regata de clásicos es mucho más que una simple regata.
La Copa del Rey de Barcos de época contribuye a la conservación de unos veleros privados cuyo mantenimiento es muy elevado. Muchos de ellos habrían desaparecido de no ser porque regatas como la de Mahón impulsan a sus propietarios a conservarlos y a darles la función para la que fueron diseñados.
Esta labor patrimonial, aunque indirecta, es uno de los valores que mejor conectan con marcas comerciales que sitúen su historia y tradición en el eje de sus estrategias de marketing y comunicación. En estos casos las sinergias entre el patrocinador y el evento son muy evidentes y, por tanto, efectivas.
La mejor regata de clásicos de España
La Copa del Rey de Barcos de época - Vela Clásica Menorca es la mejor regata de clásicos de España y una de las más prestigiosas del Mediterráneo, donde se concentra la mayor parte de la flota mundial.
No es la anterior una afirmación gratuita ni exagerada. Los datos de participantes, el número de países representados y el impacto mediático de la Copa del Rey de Barcos de época de Mahón no son, en el conjunto de su trayectoria, comparables a los de ninguna otra regata de las de su clase en España.
A ello han contribuido, sin duda, el hecho de llevar el título de Copa del Rey, otorgado en 2003 con motivo de la primera edición, y la fidelidad mostrada por los armadores de los barcos participantes, muchos de los cuales se declaran "enamorados" del puerto de Mahón.